De todas las maquinas que se pueden comprar para hacer deporte en casa, seguramente una de las más conocidas desde hace años son las bicicletas estáticas, que en esencia han variado escasamente, pero que con la aparición del concepto de ciclismo indoor se han transformado completamente.
La ventaja que tienen las bicicletas estáticas en relación a diferentes modelos de máquinas para hacer ejercicio es que, como todos sabemos, el ciclismo es sin duda es uno de los ejercicios más completos que se pueden realizar, superado quizás por la natación, para la que indiscutiblemente hace falta mucho más que un aparato domestico.
Ventajas de hacer ejercicio en una bicicleta estática
Cabe destacar que el estado de salud general mejora de manera notable en el momento que comenzamos a hacer ejercicio en bicicleta estática. La circulación, la resistencia e incluso el sistema respiratorio se ve beneficiado simplemente realizando unos quince o veinte minutos cada día a ejercitarnos de forma moderada.
Separando el ejercicio de la propia máquina, las bicicletas estáticas ofrece algunas ventajas de cara a la facilidad de uso con respecto a las bicicletas normales. Como muestra, cabe decir que no hace falta salir de casa para poder hacer deporte, así que no importa que llueva, haga frío o calor, no habrá excusas para no ponernos en forma. Incluso aunque no dispongamos de mucho tiempo, ya que hoy en día no es inusual el poder hace ejercicio mientras disfrutamos frente a la pantalla de plasma viendo nuestro programa favorito.
Modelos de bicicletas estáticas
A primera vista, se podría decir que no existen diferencias de las bicicletas de uso profesional a las de uso domestico cuando nos referimos a bicicletas estáticas. Sin embargo, se puede decir que las bicicletas profesionales que se emplean en los gimnasios son más robustas que las que se utilizan en el hogar, fundamentalmente porque están destinadas a un uso mucho más intensivo. Sin embargo sí que podemos decir, que hay grandes diferencias entre las bicicletas estáticas de hace unos años a las que disponemos estos días.
Antiguamente, las bicicletas estáticas apenas tenían accesorios. En realidad, apenas consistían en un cuadro carente de ruedas en el que el endurecimiento de la fuerza del pedaleo se ajustaba con una rosca que se giraba hasta conseguir el punto de resistencia objetivo para el entrenamiento.
Ahora, las bicicletas más avanzadas disponen de ajuste electrónico de resistencia, además, cuentan con sensores y mecanismos con los que se puede monitorizar el estado del usuario. Por ejemplo se puede comprobar en todo momento la frecuencia cardíaca o medir las calorías quemadas durante el ejercicio. De este modo se puede llevar un control completo de como se está desarrollando la sesión de entrenamiento y de este modo poder optimizar el entrenamiento.
También hay modelos en el que se puede programar el tipo de entrenamiento que se desea, así, no es necesario ir ajustando la resistencia de la máquina, sino que ella misma se irá ajustando automáticamente en función del tipo de programa seleccionado y es estado físico del usuario. Este tipo de bicicletas estáticas con programas es muy útil para realizar la quema de grasa, ya que para optimizar la perdida de grasa, la frecuencia cardíaca debe estar en un cierto rango y de este modo, si la bicicleta detecta que las pulsaciones suben, automáticamente bajará el ritmo.